Un injerto de piel es una capa delgada de piel sana que se extrae mediante una cirugía de un área del cuerpo para transplantarla a otra área en donde radica la lesión que no podrá cicatrizar por sí sola y puede tratar quemaduras ó úlceras de pie diabético por ejemplo.
El injerto puede ser del paciente y en ocasiones se puede recurrir a un banco de piel. Las zonas en donde se pueden extraer los injertos de piel pueden ser: los glúteos, la región delante y detrás de la oreja, la cara interna de los muslos, el brazo y la región debajo de la clavícula.
- Autoinjerto: También se le conoce como injerto autólogo y se realiza el trasplante de piel del mismo paciente de una zona a otra del cuerpo.
- Aloinjerto: Éste tipo de injerto puede ser de un familiar del paciente o también pueden utilizarse injertos de piel de un cadáver.
- Isoinjertos: El cirujano puede realizar la trasferencia del tejido entre dos personas genéticamente iguales (gemelos idénticos).
- Xenoinjerto: Es cuando el médico especialista utiliza el injerto de diferente especie como el que se obtiene de la piel de cerdo por ejemplo.
- Se retira la capa de piel sana con un instrumento médico especial para cortar piel llamado dermatomo.
- Se coloca el injerto del paciente sobre una placa para que se pueda colocar en el mallador 4 MED que es el que hará los orificios sobre el injerto.
- Después se coloca el injerto ya preparado en la zona de la herida del paciente que se quiera tratar y se sujeta con unas grapas especiales.
- Para finalizar se cubrirá la zona en donde se aplicó el injerto.
El tiempo de recuperación puede variar dependiendo de cada persona y del tipo de injertos de piel que se haya colocado, por ejemplo, para un injerto de grosor parcial su tiempo de recuperación puede ser aproximadamente de tres semanas.
Y para los injertos de piel de grosor total, el tiempo de recuperación suele ser de más de tres semanas.













